El principal órgano de gobierno de los vikingos era el Thing, en nórdico antiguo þing, una asamblea de gobierno en las sociedades de las tribus germanas formada por los hombres libres o bóndi de las comunidades y presidida por los jefes de éstas, generalmente jarls, acompañados por lo que se conoció en las tierras nórdicas como lagmans, una especie de letrados que aprendían todas las leyes y las recitaban de memoria en las asambleas. Curiosamente, hoy en día el término continúa en los nombres oficiales de algunas instituciones políticas o judiciales en los países norgermánicos; de hecho, el parlamento islandés, establecido en el año 930 y considerado si no el más uno de los más antiguos del mundo, se llama Alþingi. Otro dato curioso es que la palabra inglesa thing, traducida en español por cosa u objeto, está etimológicamente relacionada con este vocablo, sin embargo, es un gran error traducir la institución Thing por La Cosa, como he podido ver en innumerables ocasiones ya.
Pero vamos al lío de la curiosidad que os quería comentar en esta fugaz entrada; esta asamblea se encargaba de los asuntos jurídicos y legislativos de las sociedades vikingas; se aprobaban o enmendaban leyes, se llevaban a cabo procesos judiciales, se juzgaba y castigaba a los acusados y se decidían las campañas comerciales o militares para el próximo verano, entre otras cosas. Sin embargo, uno de los puntos más importantes de estas reuniones eran las noticias, muy apreciadas por los vikingos. ¿Por qué eran tan importantes las noticias? Tengamos en cuenta esas pequeñas comunidades más o menos separadas del resto del mundo durante gran parte del año, mal comunicadas, insulares y apenas sin contacto foráneo. Pensemos, por ejemplo, en la Islandia del siglo X u XI. No es de extrañar que cualquiera que llegara del extranjero, ya regresase de un viaje o se tratase de un forastero, fuese acogido con gran fervor e interrogado hasta la extenuación.
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Todavía hoy en islandés no se pregunta «¿cómo estás?», sino «hva er ad frétta», que se traduce por «¿qué hay que saber o qué hay de nuevo?».
Es realmente curioso cómo los vikingos dejaron su huella en el lenguaje de muchas sociedades y cómo esta huella ha sobrevivido hasta el día de hoy.
Bibliografía:
- BOYER, Régis. La vida cotidiana de los vikingos (800-1050). José J. de Olañeta, ed, Palma de Mallorca, 2005.
- HALSALL, Guy. Warfare and Society in the Barbarian West, 450-900, Routledge, Londres, 2003.
me encanto gracias me ayudo mucho
Espero ir a Islandia algún día… ¡Tiene que ser maravilloso!